¿Cómo te quedas embarazada?

El embarazo es un proceso bastante complicado que tiene varios pasos. Todo comienza con los espermatozoides y un óvulo.

Los espermatozoides son células microscópicas que se producen en los testículos . Los espermatozoides se mezclan con otros fluidos para formar el semen que sale del pene al eyacular. Millones y millones de espermatozoides salen cada vez que un hombre eyacula. Sin embargo, para que se produzca un embarazo, solo se necesita que 1 espermatozoide se encuentre con un óvulo.

Los óvulos están en los ovarios. Cada mes, las hormonas que controlan el ciclo menstrual hacen que algunos óvulos maduren. Cuando un óvulo está maduro, quiere decir que está listo para ser fertilizado por un espermatozoide. Estas hormonas también hacen que el tejido que cubre tu útero se ponga grueso y esponjoso, lo que prepara al cuerpo para el embarazo.

Más o menos en la mitad del ciclo menstrual, un óvulo maduro sale de un ovario —esto se llama “ovulación”— y viaja a través de una de las trompas de Falopio hacia el útero. El óvulo permanece allí durante unas 12 a 24 horas, moviéndose lentamente por la trompa de Falopio por si hay algún espermatozoide cerca.

Si el semen entra en la vagina, los espermatozoides pueden nadar a través del cuello uterino para llegar a las trompas de Falopio. Los espermatozoides y el útero trabajan juntos para mover los espermatozoides hacia allí. Si sucede que un óvulo se está moviendo a través de las trompas de Falopio al mismo tiempo, el esperma y el óvulo pueden unirse. Los espermatozoides pueden vivir hasta seis días, durante los cuales puede unirse con un óvulo.

Cuando un espermatozoide se une con un óvulo, esto se llama fertilización. Sin embargo, la fertilización no sucede de inmediato. Como los espermatozoides pueden permanecer en tu útero y trompas de Falopio hasta 6 días después de haber tenido sexo, pueden pasar hasta 6 días entre el sexo y la fecundación.

Si un espermatozoide se une con un óvulo, el óvulo fertilizado se mueve por la trompa de Falopio hasta el útero. Luego, comienza a dividirse en más y más células, y forma una bola a medida que crece. Esta bola de células (llamada “blastocisto”) llega al útero entre 3 y 4 días después de la fertilización. Después, la bola de células flota en el útero durante otros 2 o 3 días. Si se adhiere a la pared uterina (lo que se conoce como implantación), el embarazo comienza oficialmente.

La implantación suele comenzar más o menos 6 días después de la fertilización y tarda de 3 a 4 días en completarse. El embrión se desarrolla a partir de las células que hay dentro de la bola. Por otro lado, la placenta se desarrolla a partir de las células que hay en la parte de afuera de la bola.

Cuando un óvulo fertilizado se implanta en tu útero, libera hormonas de embarazo que evitan que el tejido que cubre tu útero se desprenda. Por eso, a las mujeres embarazadas no les baja el periodo. Cuando el óvulo no se une con un espermatozoide, o cuando el óvulo fertilizado no se implanta en tu útero, el tejido grueso que cubre tu útero ya no es necesario, por lo que se desprende y forma tu periodo, que sale a través de tu vagina. Más o menos la mitad de los óvulos fertilizados no llega a implantarse naturalmente en el útero, por lo que salen de tu cuerpo durante tu regla.

Algunos síntomas al comienzo del embarazo se pueden parecer a los de otras condiciones comunes (como el síndrome premenstrual). Por eso, la única manera de saber con certeza si estás en embarazo es hacerte una prueba de embarazo. Puedes hacerte una prueba de embarazo en tu casa (como las que venden en las farmacias y parafarmacias), pero siempre es conveniente acudir a un doctor o ginecólogo, que se asegurará haciendo análisis de sangre y orina; además, empezará con una primera revisión, comprobando que todo marcha bien tanto con la madre como con el nonato.